Un estudio que desató controversia mundial
En el año 2025, el Departamento de Psicología de la prestigiosa Universidad de Stanford en Estados Unidos publicó un estudio que ha generado una ola de comentarios, debates y reflexiones en redes sociales, medios académicos y populares.
Según este informe, ciertos nombres propios están estadísticamente relacionados con los niveles más bajos de coeficiente intelectual (CI o IQ), despertando curiosidad y hasta polémica. ¿Puede un nombre influir en la inteligencia de una persona? ¿O simplemente refleja otros factores sociales más profundos?
¿Qué es el coeficiente intelectual?
Antes de entrar en materia, es importante explicar qué es el coeficiente intelectual. El CI es una medida estandarizada de la capacidad cognitiva de una persona. No determina el valor humano ni el potencial general, pero sí indica ciertas habilidades en resolución de problemas, razonamiento lógico, memoria y comprensión.
Se mide normalmente con pruebas diseñadas por expertos y se utiliza en diversos campos como la educación, psicología, selección de personal y desarrollo infantil.
2: El objetivo del estudio: comprender más allá de la inteligencia
Los psicólogos de Stanford no realizaron el estudio con intención de discriminar, sino para investigar cómo ciertos factores sociales, culturales y familiares se relacionan con los resultados en las pruebas de CI. Descubrieron que el nombre de una persona podría tener un vínculo indirecto con sus niveles de desempeño intelectual.
“Un nombre no hace inteligente ni tonto a nadie, pero puede reflejar el entorno social, educativo y económico en el que una persona crece”, explicó la doctora Amy Richards, líder del estudio.
La lista de nombres con menor coeficiente intelectual según el estudio
A continuación, presentamos la lista de nombres que, según el estudio de Stanford, se asocian con los promedios de CI más bajos en pruebas aplicadas a más de 100.000 participantes en diferentes ciudades de Estados Unidos, Canadá y países latinoamericanos.
⚠️ Advertencia: Este listado no pretende ofender ni estigmatizar. Es un análisis sociológico y estadístico. Cada persona es única, sin importar su nombre.
Nombres masculinos con menor CI promedio
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Kevin
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Brayan
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Yeferson
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Maicol
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Jhonatan
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Yorman
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Dilan
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Eduar
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Andry
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Deivis
Nombres femeninos con menor CI promedio
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Yulissa
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Britany
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Yina
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Kimberlly
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Nayeli
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Yarelis
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Brithany
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Katerin
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Génesis
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Mayerli
¿Por qué estos nombres aparecen en la lista?
El equipo de Stanford explicó que muchos de los nombres que figuran en la lista provienen de comunidades donde la educación formal ha tenido históricamente menos acceso o inversión estatal, especialmente en sectores rurales o marginales. Esto no significa que los portadores de estos nombres sean menos inteligentes, sino que viven en contextos con menos oportunidades de desarrollo intelectual.
Además, varios nombres tienen origen en tendencias populares de los años 90 y 2000 influenciadas por la cultura pop, como telenovelas, cantantes o series extranjeras. En algunos casos, los padres priorizaron originalidad o moda por encima del trasfondo cultural o educativo del nombre.
¿Existe un “nombre inteligente”?
Así como se detectaron nombres relacionados con un CI más bajo, el estudio también identificó nombres que, en promedio, se relacionaban con mejores puntajes en pruebas de inteligencia. Entre los más altos, estaban:
Nombres masculinos con alto CI promedio
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Sebastián
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Daniel
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Nicolás
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Tomás
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Alejandro
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Gabriel
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Mateo
Nombres femeninos con alto CI promedio
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Valentina
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Isabella
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Mariana
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Laura
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Camila
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Paula
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Sara
Sin embargo, los autores del estudio advierten que estos resultados deben ser tomados con criterio crítico, ya que la inteligencia no está determinada por el nombre, sino por múltiples factores: crianza, entorno, genética, educación, alimentación, estímulos y experiencias de vida.
¿Qué dicen los expertos sobre la influencia del nombre?
Los expertos en psicología afirman que los nombres pueden tener un efecto de percepción externa e interna. Es decir, una persona puede ser tratada de cierta manera (para bien o para mal) según cómo se llame. Esto se conoce como el efecto Pigmalión.
“Cuando un maestro ve un nombre como ‘Brayan’, puede asumir ciertos prejuicios. Si el niño es tratado como alguien con menos capacidad, su desempeño puede verse afectado. No por su nombre, sino por el trato que recibe”, explicó la psicóloga infantil Teresa Moore.
Asimismo, muchas personas que sienten que su nombre es mal visto o burlado desarrollan inseguridad o rebeldía, lo que puede afectar su aprendizaje y desempeño en la escuela.
¿Y si tu nombre aparece en la lista?
¡No te preocupes! Este estudio no te define ni a ti ni a nadie. Las capacidades humanas van mucho más allá de una simple estadística. Existen miles de Kevin que son genios de la informática, Brayan que son empresarios exitosos, y Yulissa que son científicas brillantes.
Lo importante es trabajar el desarrollo personal, invertir en educación, fomentar la lectura y buscar ambientes positivos para crecer.
¿Debe cambiar la sociedad su visión sobre ciertos nombres?
Sí. Los nombres deben verse con respeto e igualdad, sin importar si son comunes, extranjeros, indígenas o populares. Juzgar la inteligencia de una persona por su nombre es un acto de prejuicio injusto que solo perpetúa desigualdades.
En cambio, debemos fomentar una sociedad donde cada persona pueda brillar con luz propia, sin importar cómo se llame.
Más allá del nombre, importa el entorno
Este estudio de Stanford no busca decir quién es más inteligente por su nombre. Busca poner el foco en los factores sociales que afectan el desarrollo cognitivo, especialmente en las comunidades marginadas.
El mensaje es claro: debemos invertir más en educación, nutrición, salud mental y acceso a tecnología para que ningún niño o niña, sin importar cómo se llame, quede rezagado en su desarrollo.
¿Qué opinas tú? ¡Queremos leerte!
¿Crees que el nombre influye en la forma en que las personas son tratadas? ¿Te ha tocado vivir prejuicios por tu nombre? ¿Te parece justo el estudio? ¿Tu nombre está en la lista?
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