Ciencia

HAT-P-67 b, el gigante de los cielos: Un vistazo a un coloso cósmico

Fecha de publicación - junio 26, 2025

Escrito por Jinndo Radio

 

 El descubrimiento que desafió las reglas del universo

El universo, vasto y enigmático, constantemente nos revela secretos que desafían lo que creíamos conocer sobre los confines de la existencia. Uno de estos secretos es HAT-P-67 b, un planeta tan grande que desafía los límites establecidos por la física planetaria convencional.

Este exoplaneta fue descubierto por el proyecto HATNet (Hungarian Automated Telescope Network), una red de telescopios automatizados cuyo objetivo es encontrar planetas que orbitan estrellas lejanas. Fue detectado gracias al método de tránsito, observando pequeñas caídas de brillo en su estrella madre, HAT-P-67, cada vez que el planeta pasaba frente a ella.

Lo que captó la atención de la comunidad científica fue el tamaño descomunal de HAT-P-67 b: más grande incluso que Júpiter, pero con una densidad extremadamente baja, lo que le da una composición parecida a una esfera inflada.


¿Qué hace especial a HAT-P-67 b? Tamaño, masa y densidad

En términos de comparación, si Júpiter es una pelota de fútbol, HAT-P-67 b sería un balón de yoga. Tiene un radio aproximadamente dos veces mayor que el de Júpiter, pero su masa es mucho menor de lo que cabría esperar para un objeto tan voluminoso.

Esto le da una densidad tan baja que apenas puede mantenerse como planeta. Los científicos lo catalogan como un “planeta inflado”. Esta rareza ha desconcertado a astrofísicos, pues su atmósfera parece estar expandida por la radiación intensa de su estrella anfitriona.

Datos clave de HAT-P-67 b:

  • Radio: ~2.08 veces el de Júpiter

  • Masa: muy inferior a Júpiter, lo que le da una densidad extremadamente baja

  • Órbita: muy cercana a su estrella, completando una vuelta en apenas 4.81 días terrestres

  • Temperatura estimada: más de 2.000 °C, debido a su cercanía con la estrella


 Un planeta que flota como el algodón de azúcar

La densidad de HAT-P-67 b es tan baja que algunos científicos lo comparan con una bola de algodón de azúcar flotando en el espacio. Esta analogía, aunque suena fantástica, tiene sentido desde el punto de vista físico. Su masa baja, combinada con un volumen tan colosal, hace que su atmósfera sea difusa, casi etérea.

Esto lo convierte en un candidato perfecto para el estudio de atmósferas planetarias exóticas. Gracias a su hinchada envoltura, es más fácil para los telescopios espaciales como el James Webb Space Telescope (JWST) analizar la composición química de su atmósfera y detectar posibles elementos como hidrógeno, helio, vapor de agua o incluso compuestos más complejos.


El papel de la estrella HAT-P-67 en la evolución del planeta

HAT-P-67 b orbita una estrella más grande y más caliente que nuestro Sol, lo que probablemente explica por qué su atmósfera se ha expandido tanto. Esta estrella, catalogada como una subgigante tipo F, está en una etapa evolutiva donde comienza a expandirse y aumentar su luminosidad.

La interacción entre esta estrella y su planeta es extrema: la radiación intensa ha calentado tanto la atmósfera del planeta que literalmente la ha hinchado hasta alcanzar proporciones que rozan los límites físicos posibles.

Esto plantea preguntas sobre la estabilidad de este mundo. ¿Está condenado a evaporarse? ¿Podría incluso dejar de ser planeta en millones de años al perder completamente su atmósfera?


 ¿Cómo se descubren planetas como HAT-P-67 b? El método del tránsito

El descubrimiento de HAT-P-67 b fue posible gracias al método del tránsito, una técnica utilizada por misiones como Kepler y TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite). Este método consiste en observar el brillo de una estrella durante largos períodos de tiempo. Si hay una caída de luminosidad regular y periódica, es muy probable que un planeta esté pasando frente a la estrella.

Pero HAT-P-67 b planteó un reto: la estrella es tan brillante y grande que el tránsito era muy sutil, y su baja masa complicaba el análisis por el método de velocidad radial. Sin embargo, gracias a observaciones combinadas desde tierra y el espacio, fue confirmado.


Un laboratorio natural para entender otros mundos

HAT-P-67 b se ha convertido en un laboratorio natural para estudiar planetas con características extremas. Su composición, comportamiento térmico y atmósfera son de gran interés para los astrobiólogos y físicos planetarios.

Los científicos están particularmente interesados en estudiar cómo un planeta puede mantener su estructura bajo condiciones tan extremas, y si otros planetas similares podrían existir en sistemas aún no observados.

Además, al estudiar mundos como este, podemos entender mejor la evolución de Júpiter, Saturno y otros gigantes gaseosos de nuestro propio sistema solar.


¿Es HAT-P-67 b el más grande del universo?

Decir que HAT-P-67 b es “el planeta más grande del universo” puede parecer atrevido, ya que solo conocemos una fracción mínima del cosmos. Sin embargo, entre los planetas confirmados, este se encuentra entre los más grandes jamás detectados.

Existen otros candidatos como WASP-17 b, WASP-121 b y TrES-4 b, que también poseen tamaños colosales, pero HAT-P-67 b destaca por la combinación de su tamaño, su baja densidad y la peculiar estrella que orbita.


¿Podría existir vida en un planeta como HAT-P-67 b?

La respuesta corta es no… al menos, no como la conocemos. Las condiciones en HAT-P-67 b son demasiado extremas: altas temperaturas, presiones bajas, atmósfera inestable. Sin embargo, su estudio ayuda a entender mejor los límites en los que la vida podría surgir.

Además, en el sistema estelar que lo alberga, podría haber otros planetas aún no descubiertos con condiciones más templadas. Por eso, el hallazgo de HAT-P-67 b también despierta interés en la búsqueda de mundos habitables en su mismo vecindario cósmico.


 El futuro del estudio de exoplanetas gigantes

HAT-P-67 b no será el último coloso que descubramos. Con tecnologías como el JWST, el Observatorio Vera Rubin y futuras misiones espaciales, los astrónomos esperan encontrar planetas aún más grandes, extraños o potencialmente habitables.

Estamos en la edad de oro de la astronomía exoplanetaria, y cada nuevo descubrimiento como HAT-P-67 b nos acerca un poco más a responder preguntas fundamentales: ¿Estamos solos? ¿Cómo se forman los mundos? ¿Qué tan diversos son los sistemas planetarios?


 HAT-P-67 b, el gigante que nos recuerda cuán pequeño es el ser humano

La existencia de un planeta como HAT-P-67 b, tan masivo, liviano y extraño, nos recuerda lo insignificante que es nuestro conocimiento en comparación con la inmensidad del universo. Cada hallazgo como este no solo es un triunfo científico, sino una invitación a seguir explorando y a seguir haciendo preguntas.

Quizás algún día descubramos que planetas como este no son una rareza, sino una norma en otras galaxias. Mientras tanto, HAT-P-67 b seguirá girando, hinchado, brillante y solitario, desafiando todo lo que creíamos posible sobre lo que significa ser un planeta.

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