Un año marcado por sombras en el cielo
El 2025 será recordado en Colombia no solo por los retos sociales y políticos, sino también por una serie de sucesos que han dejado a la nación con más preguntas que respuestas. Soldados en distintas regiones del país han roto el silencio para narrar encuentros cercanos con objetos voladores no identificados (OVNIs). Estos relatos, respaldados por videos filtrados y documentos internos, describen luces imposibles, movimientos antinaturales y presencias que parecen desafiar todas las leyes conocidas de la física.
El Ministerio de Defensa no ha emitido declaraciones concluyentes, limitándose a señalar que “la información está bajo revisión”. Mientras tanto, en las calles y redes sociales, crece el debate entre quienes creen en una verdad que se oculta y quienes buscan explicaciones científicas a lo que podría ser el fenómeno más desconcertante de las últimas décadas.
El incidente en la Sierra Nevada de Santa Marta
La madrugada del 14 de marzo de 2025, una patrulla del Ejército desplegada en la Sierra Nevada reportó luces esféricas que descendían lentamente desde el cielo. El suboficial encargado, cuyo nombre se mantiene en reserva, relató que las esferas no emitían sonido y se desplazaban de forma coordinada, como si obedecieran a una inteligencia común.
Los soldados intentaron acercarse, pero al ingresar en un claro del bosque, una ráfaga de viento fría y silenciosa los envolvió. “Era como si el aire hubiera cambiado de peso”, dijo uno de ellos. Las brújulas se desajustaron y los equipos de radio quedaron inutilizables por más de diez minutos. Cuando las luces se elevaron nuevamente, el clima volvió a la normalidad.
Lo más inquietante fue que, horas después, la vegetación en el área del avistamiento presentó un brillo tenue bajo luz ultravioleta, detectado por un fotógrafo aficionado que visitó la zona.
La base militar de Tolemaida y la noche del apagón
En abril de 2025, la base militar de Tolemaida, en el departamento del Tolima, experimentó un apagón total que duró exactamente ocho minutos. Durante ese lapso, varias patrullas en el perímetro informaron la presencia de una nave triangular suspendida en silencio absoluto sobre la pista principal.
Uno de los testigos, un soldado con tres años de servicio, describió que la nave tenía bordes definidos, con luces blancas pulsantes en sus vértices. “No hacía ruido, pero sentías una vibración en el pecho, como si te atravesara el cuerpo”, afirmó.
Cámaras de seguridad registraron una sombra masiva que bloqueó parcialmente la visión de la luna. Sin embargo, las grabaciones fueron clasificadas como “material sensible” y no se han hecho públicas.
Encuentro en el río Guaviare
El 28 de mayo, en una operación de patrullaje fluvial en el río Guaviare, una unidad de infantería reportó un objeto cilíndrico que emergió del agua sin causar oleaje significativo. El objeto, de unos 15 metros de largo, ascendió verticalmente y desapareció a gran velocidad hacia el noroeste.
Los soldados quedaron atónitos. Un buzo militar que se encontraba en la zona aseguró que minutos antes sintió “una presión en los oídos como si estuviera descendiendo a gran profundidad”, a pesar de estar en superficie.
La Armada Nacional confirmó un “incidente inusual” pero no dio más detalles. Este evento ha alimentado teorías sobre la existencia de bases subacuáticas de origen desconocido.
Las luces sobre Leticia y el contacto visual
En julio de 2025, soldados en un puesto fronterizo en Leticia observaron una formación de cinco luces anaranjadas que cruzaron el cielo a baja altitud. Una de ellas descendió lo suficiente para que los uniformados pudieran ver lo que describieron como “ventanas luminosas” y una figura oscura observándolos desde el interior.
El contacto visual duró apenas segundos antes de que la nave se elevara y desapareciera entre las nubes. “Sentí que nos estaba estudiando, como si supiera quiénes éramos”, dijo un cabo que presenció el hecho.
Misterioso caso en el páramo de Sumapaz
En septiembre, un grupo de entrenamiento en el páramo de Sumapaz fue sorprendido por una niebla espesa que apareció de forma repentina. Dentro de la neblina, los soldados escucharon sonidos metálicos y zumbidos eléctricos. Al disiparse la bruma, se encontraron con marcas circulares en el terreno, perfectamente simétricas y sin rastro de vegetación en su interior.
Los científicos enviados a investigar no pudieron determinar el origen de las marcas. Algunos sugirieron actividad humana, pero los patrones geométricos y la precisión de las quemaduras en el suelo hacen que esa hipótesis sea poco convincente.
Silencio oficial y teorías en ascenso
El gobierno colombiano ha mantenido una postura ambigua. Mientras el Ministerio de Defensa reconoce que existen “reportes inusuales”, evita confirmar cualquier vínculo con tecnología no humana. Esta actitud ha alimentado especulaciones en redes y foros especializados, donde circulan teorías que van desde experimentos militares secretos hasta contacto con civilizaciones de otros mundos.
Voces de la ciencia
Astrónomos y físicos consultados advierten que la mayoría de estos casos podría explicarse por fenómenos atmosféricos raros, drones experimentales o ilusiones ópticas. Sin embargo, admiten que la coincidencia de múltiples testimonios militares y la presencia de evidencias físicas en algunos casos plantean un desafío para la investigación tradicional.
El impacto en la tropa
Psicólogos militares han detectado en algunos testigos síntomas similares a los observados en personas que han experimentado situaciones traumáticas: insomnio, ansiedad y sueños recurrentes con luces y figuras extrañas. Sin embargo, también se ha observado un aumento en la curiosidad y la disposición a compartir historias que antes se callaban por temor al ridículo.
Conclusión y llamado al lector
Colombia se encuentra ante un misterio que podría marcar un antes y un después en la manera en que entendemos nuestro lugar en el universo. Los testimonios de soldados, tradicionalmente discretos y disciplinados, otorgan a estos relatos un peso inusual.
La pregunta sigue abierta: ¿estamos siendo observados?
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Fuentes:
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Testimonios de soldados bajo anonimato.
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Informes internos no clasificados del Ejército Nacional.
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Observaciones de medios comunitarios y periodistas independientes.
