Ciencia

El mejor hábito para reducir la demencia: el arma silenciosa para proteger tu mente desde joven

Fecha de publicación - agosto 8, 2025

Escrito por Jinndo Radio

 La demencia: un enemigo silencioso que debemos enfrentar desde hoy

La demencia no es una enfermedad específica, sino un conjunto de síntomas relacionados con el deterioro de la memoria, el pensamiento y la capacidad social que interfiere gravemente en la vida cotidiana. En Colombia y en el mundo, los casos de demencia están en aumento, y aunque el Alzheimer es el tipo más conocido, existen muchas otras formas: vascular, frontotemporal, por cuerpos de Lewy, entre otras.

Lo más preocupante no es solo su prevalencia, sino que no tiene cura, y muchos no saben que puede prevenirse o retrasarse significativamente adoptando hábitos específicos desde edades tempranas.


 ¿Existe un hábito que pueda reducir el riesgo de demencia?

Sí. Caminar diariamente es, según múltiples estudios, el hábito más efectivo, accesible y potente para reducir el riesgo de demencia.

Caminar: el hábito más sencillo y poderoso para proteger el cerebro

Puede parecer algo demasiado simple para ser verdad, pero caminar diariamente entre 30 y 45 minutos, de forma moderada, ha demostrado ser una intervención tan eficaz como algunos medicamentos preventivos en etapas iniciales.

Una investigación publicada en la revista médica “Neurology” confirmó que las personas que caminan al menos 10.000 pasos diarios presentan un 50% menos de riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas.

Este hábito no requiere dinero, membresías en gimnasios ni dispositivos tecnológicos avanzados. Solo necesitas voluntad y constancia.


 ¿Cómo protege caminar al cerebro?

Caminar activa la circulación sanguínea, mejora el oxígeno que llega al cerebro y estimula la neurogénesis (formación de nuevas neuronas), además de reforzar las conexiones neuronales.

Estos son algunos de los efectos positivos de caminar a nivel cerebral:

Habitos que nos podrian salvar de la demencia Imagen Cortesia © KoldoyChris
Habitos que nos podrian salvar de la demencia Imagen Cortesia © KoldoyChris

 1. Mejora la memoria y la concentración

Al oxigenar el cerebro, se activa el hipocampo, la región encargada de la memoria a largo plazo. Es por eso que caminar también ayuda a los estudiantes y profesionales a mejorar su rendimiento.

 2. Reduce el estrés crónico y la inflamación cerebral

El estrés constante libera cortisol, una hormona que a largo plazo daña las neuronas. Caminar disminuye la ansiedad y regula el sistema nervioso autónomo, generando un efecto calmante inmediato.

 3. Previene la atrofia cerebral

Estudios con resonancia magnética han demostrado que personas mayores activas físicamente presentan volúmenes cerebrales más altos que personas sedentarias. Esto significa literalmente menos encogimiento del cerebro.


 ¿Desde qué edad se puede comenzar a caminar como hábito preventivo?

 Cuanto antes, mejor

La buena noticia es que nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para empezar a caminar. Lo ideal, según neurólogos y expertos en neurociencia, es integrar este hábito desde la adolescencia o los 20 años, cuando el cerebro aún está en su apogeo y puede beneficiarse de la reserva cognitiva.

Pero si ya estás en tus 40, 50 o incluso 60 años, aún estás a tiempo. Caminar puede no solo prevenir, sino ralentizar los síntomas de deterioro si estos ya están comenzando.


 ¿Cuáles son los beneficios a corto plazo de caminar para la salud mental?

Aunque muchas veces se piensa en la demencia como un problema de largo plazo, caminar también tiene efectos inmediatos:

 1. Claridad mental

Tras una caminata de 30 minutos, muchas personas reportan sentirse más despejadas, creativas y menos distraídas.

2. Sueño de mejor calidad

Caminar ayuda a regular el ciclo circadiano, permitiendo que el cuerpo y la mente descansen profundamente durante la noche.

 3. Aumento del estado de ánimo

Durante el ejercicio, el cuerpo libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, lo que reduce la tristeza, la ansiedad y la apatía.


 Ejemplos prácticos para integrar el hábito de caminar a tu vida

 Caminar no es una actividad extra, puede ser parte de tu rutina

  • Camina al trabajo o al supermercado si está a menos de 20 minutos.

  • Usa las escaleras en lugar del ascensor.

  • Haz una caminata después del almuerzo, lo cual también mejora la digestión.

  • Si trabajas desde casa, pon una alarma cada 2 horas para caminar 10 minutos.

  • Sal con tu mascota, si tienes, y convierte esos paseos en tu ejercicio cerebral diario.

  • Organiza caminatas con amigos o en grupo, para motivarte y socializar, lo cual también es preventivo contra la demencia.


¿Caminar es suficiente? Otros hábitos complementarios para fortalecer la mente

Caminar es una base poderosa, pero su efecto se potencia si lo combinas con otros hábitos saludables:

 1. Aprender algo nuevo constantemente

Tocar un instrumento, aprender un idioma o practicar juegos mentales como ajedrez o sudoku desafía al cerebro y promueve nuevas conexiones neuronales.

 2. Comer alimentos ricos en omega-3

El pescado azul, las nueces, el aguacate y las semillas de chía nutren las células cerebrales y reducen la inflamación.

 3. Dormir al menos 7 horas

Durante el sueño profundo, el cerebro elimina toxinas acumuladas y consolida la memoria.

 4. Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco

Estas sustancias son neurotóxicas y, con el tiempo, afectan directamente las funciones cognitivas.


Mitos sobre la prevención de la demencia

“Solo las personas mayores deben preocuparse por la demencia”

FALSO. La demencia se construye o previene desde edades tempranas. Lo que hagas con tu cerebro hoy definirá cómo funcionará mañana.

 “Los suplementos previenen la demencia por sí solos”

FALSO. Los suplementos solo tienen efecto real cuando van acompañados de hábitos diarios, como caminar, una buena alimentación y estimulación cognitiva.

 “Si tengo buena memoria ahora, no tengo de qué preocuparme”

FALSO. La demencia puede iniciar de forma silenciosa. No se trata solo de recordar, sino de preparar al cerebro para resistir el desgaste natural de los años.


 Testimonio: “Mi madre empezó a caminar y su memoria mejoró”

Lucía González, una mujer de 63 años residente en Ibagué, comenzó a caminar todos los días con su vecina durante 45 minutos. “Al principio lo hacíamos por salud, pero a los dos meses noté que recordaba mejor las cosas, incluso mis claves del celular que antes olvidaba”, comenta entre risas.

Este tipo de experiencias refuerzan lo que la ciencia ya ha probado: caminar no solo fortalece el cuerpo, también rejuvenece la mente.


 Colombia y la prevención de enfermedades neurodegenerativas: el rol de la comunidad

A nivel nacional, falta aún mayor conciencia sobre la prevención de la demencia. Campañas locales como las de Jinndo Radio están empezando a generar conversación sobre el tema, pero se necesita más: espacios comunitarios seguros para caminar, educación pública y apoyo a los adultos mayores.


Caminar hoy, recordar mañana

La demencia no es una sentencia inevitable. La ciencia es clara: caminar todos los días es el hábito más poderoso, económico y sencillo para proteger tu mente, desde joven y para toda la vida.

No subestimes el poder de un paso. Miles de ellos pueden cambiar tu destino mental. Empieza hoy mismo, hazlo parte de tu rutina y comparte este mensaje con quienes más quieres. Tu cerebro te lo agradecerá.


 ¿Y tú, ya comenzaste a caminar por tu mente?

Cuéntanos en los comentarios si ya practicas este hábito o si piensas adoptarlo. Tu testimonio puede inspirar a otros. Comparte este artículo en tus redes sociales y ayúdanos a difundir este mensaje de salud y prevención. ¡Juntos podemos crear una sociedad más consciente y saludable!


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