Ciencia

¿Qué significa para la neurociencia que una persona se muerda las uñas?

Fecha de publicación - julio 29, 2025

Escrito por Jinndo Radio

Morderse las uñas, también conocido científicamente como onicofagia, es un comportamiento común que afecta a millones de personas en todo el mundo. A simple vista, puede parecer solo una manía nerviosa o un mal hábito. Sin embargo, la neurociencia ha empezado a desentrañar lo que realmente ocurre en el cerebro cuando alguien lleva sus dedos a la boca y se muerde compulsivamente las uñas. ¿Qué motiva esta acción? ¿Por qué algunas personas nunca lo hacen mientras otras luchan toda la vida para dejarlo? ¿Podría tener implicaciones más profundas relacionadas con el sistema nervioso, la genética y la salud mental?

Este artículo explora desde una perspectiva científica las respuestas a estas preguntas y revela lo que la neurociencia dice sobre este comportamiento humano tan extendido.


 ¿Qué es la onicofagia desde un punto de vista clínico?

La onicofagia es una conducta repetitiva del cuerpo (BFRB, por sus siglas en inglés). Se considera una forma de autorregulación que surge de una necesidad interna de controlar emociones, estrés o aburrimiento. Si bien en muchos casos no genera consecuencias médicas graves, puede derivar en infecciones, daño permanente en las uñas, sangrado, problemas dentales y una profunda sensación de vergüenza.

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) clasifica esta conducta dentro de los trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados, específicamente bajo los comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo. No obstante, la ciencia del cerebro sugiere que hay mucho más detrás de este gesto aparentemente inofensivo.


 ¿Qué dice la neurociencia sobre morderse las uñas?

 Una respuesta del sistema nervioso central

Desde la neurociencia, el hábito de morderse las uñas se relaciona con ciertos mecanismos del sistema nervioso central. En muchos casos, este comportamiento está vinculado a activaciones en regiones cerebrales como el córtex prefrontal, la amígdala y el núcleo accumbens, zonas relacionadas con el control de impulsos, la regulación emocional y la recompensa.

Los estudios de neuroimagen han revelado que las personas que se muerden las uñas muestran un aumento en la actividad cerebral en zonas asociadas al estrés y a la compulsión. Esto sugiere que el acto en sí podría tener un efecto regulador: es decir, la persona se muerde las uñas como forma de calmarse o redirigir energía emocional reprimida.

 ¿Genética o comportamiento aprendido?

La neurociencia también ha investigado si este hábito es hereditario. Algunos estudios han demostrado una mayor probabilidad de onicofagia en personas con familiares directos que presentan el mismo comportamiento, lo que indica una posible predisposición genética o una transmisión por imitación conductual en el entorno familiar.

Sin embargo, el cerebro tiene plasticidad, lo que significa que este tipo de comportamientos pueden ser desaprendidos con estímulos adecuados. La neuroplasticidad permite romper ciclos neuronales repetitivos, incluyendo los que conducen a la onicofagia.


 ¿Por qué las personas se muerden las uñas?

 Regulación emocional

Una de las principales causas que la neurociencia ha identificado es la necesidad de autorregulación emocional. Cuando alguien se enfrenta a emociones como la ansiedad, el aburrimiento, la frustración o el miedo, puede adoptar este hábito para crear una sensación de alivio.

 Automatismo cerebral

En muchos casos, la persona no es consciente de que lo está haciendo. El hábito se vuelve automático, una rutina neuronal que se activa como reflejo frente a determinados estímulos. Esto se relaciona con circuitos cerebrales de hábito y recompensa, donde el cerebro busca una vía rápida para liberar tensión.

Perfeccionismo y control

Estudios han mostrado que muchas personas con tendencias perfeccionistas o que enfrentan altos niveles de exigencia personal, utilizan el acto de morderse las uñas como una vía para canalizar frustración y autoexigencia. En este sentido, el hábito puede tener una función simbólica de “corregirse” o “ajustarse” a sí mismos.


 ¿Qué implicaciones tiene este hábito para el desarrollo cerebral?

Formación de redes neuronales automáticas

Cuando una persona repite un comportamiento durante mucho tiempo, como morderse las uñas, se forman redes neuronales automáticas que refuerzan el hábito. Esto significa que cuanto más se realiza, más difícil es detenerlo, porque el cerebro lo reconoce como parte del sistema de respuesta frente a determinados estados emocionales.

 Afectación del sistema dopaminérgico

El sistema dopaminérgico, vinculado a la recompensa, también se ve afectado. Cada vez que una persona se muerde las uñas y se siente “mejor”, el cerebro libera dopamina, fortaleciendo el ciclo de repetición. Esto lo vuelve adictivo desde una perspectiva neurológica.


 ¿Es posible dejar de morderse las uñas desde la neurociencia?

La buena noticia es que sí. La neurociencia también ha demostrado que es posible “reprogramar” el cerebro. A través de técnicas como el mindfulness, la terapia cognitivo-conductual (TCC), el entrenamiento en conciencia corporal y el biofeedback, muchas personas han logrado romper con este patrón.

Técnicas basadas en la neuroplasticidad

  • Identificación de desencadenantes: Reconocer cuándo y por qué ocurre el hábito.

  • Intervenciones conductuales inversas: Reemplazar el acto de morderse las uñas con una acción alternativa.

  • Ejercicios de consciencia plena: Estar presente en el momento y tomar decisiones conscientes.

  • Refuerzo positivo: Estimular al cerebro con recompensas no dañinas ante respuestas saludables.


 ¿Qué papel juega la infancia y el desarrollo temprano?

Los expertos en neurodesarrollo infantil señalan que el hábito puede originarse desde edades tempranas como una respuesta aprendida ante el estrés o el entorno emocional del hogar. En estos casos, el cerebro del niño empieza a vincular el acto de morderse las uñas con el alivio emocional, lo cual puede mantenerse en la adultez si no se interviene.

Los estudios sugieren que la manera en que se maneja el estrés en casa, el estilo de crianza, y la gestión emocional de los padres, influyen directamente en cómo el niño desarrolla este tipo de conductas.


 ¿Qué relación tiene este hábito con otros trastornos?

La neurociencia ha detectado una alta correlación entre la onicofagia y otros trastornos como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), la ansiedad generalizada y el estrés postraumático. Sin embargo, no siempre que alguien se muerde las uñas padece un trastorno mental, pero es un factor de alerta que merece atención.

EL resabio de comer Uñas Imagen Cortesia Istock
EL resabio de comer Uñas Imagen Cortesia Istock

 ¿Qué recomienda la neurociencia para prevenir o reducir este hábito?

  1. Intervenciones tempranas en la infancia

  2. Educación emocional en el hogar y la escuela

  3. Promoción de técnicas de autocontrol

  4. Practicar ejercicios de respiración y relajación

  5. Evitar castigos o burlas, ya que aumentan la ansiedad

  6. Buscar ayuda profesional cuando se vuelve persistente y perjudicial


 El impacto psicológico y social

Más allá del aspecto físico, muchas personas que se muerden las uñas sufren de ansiedad social, baja autoestima y vergüenza. Esto puede afectar sus relaciones personales, laborales y su calidad de vida. La neurociencia apunta que no se trata simplemente de tener “fuerza de voluntad”, sino de entender cómo funciona el cerebro y cómo reeducarlo.


 Reflexión final

Morderse las uñas no es un simple hábito superficial. Según la neurociencia, es una expresión del cerebro frente al entorno, las emociones y los procesos internos no resueltos. Comprenderlo desde una mirada científica no solo nos permite ser más compasivos con quienes lo padecen, sino también ofrecer soluciones reales y efectivas basadas en el funcionamiento del cerebro humano.


 ¿Y tú, te muerdes las uñas?

¿Lo haces por estrés, aburrimiento o sin darte cuenta? ¿Conocías todo lo que la neurociencia tiene para decir sobre este comportamiento? Comparte tu experiencia en los comentarios y ayúdanos a generar conversación.

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