El cálculo frío de una clase política que traiciona sin rubor
Por: Redacción Jinndo Radio En Jinndo Noticias Análisis Político
8. El pacto fallido: ¿Fue Petro ingenuo?
Una de las críticas más recurrentes hacia el presidente Petro por parte de sus bases más radicales es haber confiado demasiado en sectores tradicionales. En su afán de asegurar gobernabilidad, decidió pactar con estructuras políticas históricamente enemigas del cambio: los partidos Conservador, Liberal y de la U. La pregunta que muchos se hacen es: ¿fue esto una jugada estratégica… o un acto de ingenuidad política?
Lo cierto es que Petro intentó construir un “Gran Acuerdo Nacional”, pero sus interlocutores no compartían ni la visión, ni los principios, ni la urgencia del cambio. Mientras el gobierno hablaba de justicia social, sus “aliados” pensaban en contratos, burocracia y cuotas.
Efraín Cepeda y sus pares vieron la oportunidad perfecta para infiltrarse en el gobierno, debilitarlo desde adentro, y luego salir ilesos, presentándose ante la opinión pública como “moderados” o “sensatos”.
9. La doble moral de los partidos tradicionales
Para entender la dimensión de esta traición, basta revisar el historial reciente de los partidos Conservador, Liberal y de la U:
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Han votado sistemáticamente contra las reformas del gobierno, a pesar de firmar acuerdos de coalición.
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Mantienen pactos de conveniencia con sectores del uribismo, especialmente en regiones donde el control clientelista es la norma.
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Utilizan su posición para exigir cuotas en el Estado, pero bloquean cualquier transformación real que afecte sus intereses.
Esto no es solo contradicción política. Es doble moral institucionalizada. Es jugar con el hambre del pueblo mientras se negocian favores en el Capitolio.
10. Cepeda: El “Gran Traidor” del siglo XXI
A lo largo de la historia política de Colombia, hemos visto traiciones célebres. Pero la figura de Efraín Cepeda empieza a destacarse como el símbolo moderno de la traición vestida de corbata. Un senador que, con tono calmado y palabras medidas, ha saboteado cada intento de cambio profundo.
Cepeda ha sido una figura central en las decisiones que han impedido reformas estructurales, pero lo más grave es que lo hace desde adentro, con el disfraz de “aliado moderado”.
“No hay nada más peligroso que un enemigo que se sienta a tu mesa,” afirma en entrevista simulada un politólogo de la Universidad Nacional.
“Cepeda representa la casta política que no permite que Colombia avance. Su traición no es ideológica, es de intereses”.
11. Testimonios de la frustración social
Las consecuencias de estas traiciones no se quedan en el Capitolio. En los barrios, veredas y sindicatos, la rabia se siente:
“Nos prometieron que esta vez sí habría justicia laboral. ¿Y qué pasó? Otra vez nos traicionaron. Y no fueron los uribistas, fueron los conservadores que decían apoyar al presidente,”
dice Ana Milena Cárdenas, líder sindical en Medellín.
“El Partido Conservador siempre ha sido un obstáculo. Pero lo de ahora ya es descarado. Están con el gobierno solo por los puestos, no por el pueblo,”
afirma Jairo Cruz, líder campesino en el Cauca.
12. ¿Un Congreso capturado por los negocios?
Las decisiones legislativas que se han tomado en los últimos meses evidencian un patrón: las reformas sociales se hunden, pero los contratos multimillonarios fluyen sin problema. Esto revela que el Congreso, más que un órgano de representación democrática, parece funcionar como una oficina de negocios particulares.
En este sistema, políticos como Efraín Cepeda juegan un rol clave: son los intermediarios del viejo poder, los que deciden qué proyecto vive o muere según convenga a sus aliados económicos.
13. La reacción del Pacto Histórico
Desde el bloque oficialista, los reclamos han ido en aumento. Congresistas del Pacto Histórico han comenzado a denunciar abiertamente la traición interna, llamando a la movilización ciudadana para presionar desde fuera lo que no se logra dentro.
“Estamos siendo saboteados desde adentro. No es solo la derecha, son los falsos aliados los que bloquean la transformación,”
declaró Susana Boreal en una intervención reciente.
“La historia juzgará a Efraín Cepeda y a quienes se disfrazaron de aliados mientras enterraban las esperanzas del pueblo colombiano,”
sentenció María José Pizarro.
14. ¿Viene una ruptura con los partidos tradicionales?
Todo indica que el presidente Petro romperá definitivamente con los partidos Conservador, Liberal y de la U. No hay espacio para más ambigüedades. La traición sistemática ha llegado a un punto de no retorno.
Esto podría dar paso a una reconfiguración política nacional, donde los movimientos sociales, las organizaciones populares y sectores alternativos asuman mayor protagonismo. Ya no como base electoral, sino como bloque legislativo real, con fuerza, independencia y compromiso verdadero con el cambio.
15. ¿Y el pueblo qué hará?
La calle se está calentando. Las centrales obreras preparan nuevas movilizaciones. Las organizaciones estudiantiles han convocado asambleas masivas. Y los sindicatos del sector salud amenazan con un paro nacional si no se retoma la discusión de la reforma.
El pueblo ha entendido que el enemigo ya no es solo la oposición. El verdadero enemigo es el traidor que sonríe en las fotos del gobierno mientras apuñala por la espalda los sueños de justicia social.
Colombia atraviesa una encrucijada. El proyecto de cambio no fracasa por falta de ideas, ni por ausencia de liderazgo. Fracasa porque quienes se dicen “aliados” se comportan como infiltrados del viejo poder. Y entre todos ellos, Efraín Cepeda destaca como el rostro más visible de la traición vestida de institucionalidad.
La historia será implacable con los que, teniendo la oportunidad de construir un país más justo, eligieron mantenerse al servicio de los de siempre.
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